viernes, 4 de septiembre de 2009

Tenia dos opciones:
A) La del bueno que amo.
B) La del chamuyero que me encanta.

Aposté todo a la opción A, pensando en que todo podía salir bien. Pero me equivoqué, tendria que haber apostado al B, por más chamuyero y mierda que sea, estoy segura de que hubiera ganado, algo por lo menos. Y ahora como siempre me quede sin el pan y sin la torta. No vuelvo a apostar por vos, nunca más. {Por lo menos sabiendo que tengo a mi opción B}.

La última oportunidad. ~

No hay comentarios: